El pasado, bien lo dice la palabra, no corresponde al tiempo actual, ya dejó de ser; así es que, entonces, es necesario estar inmensamente despiertos para cuando haya una evocación del ayer, tener la claridad y el discernimiento de entender: ¿para qué traigo el ayer? ¿De qué me sirve hoy? Y allí entonces, podéis decidir: no más miro el ayer, porque hoy no lo necesito; si lo necesitáis será para aprender, para transformar, para enseñar, pero no desde el dolor ni desde la autocompasión ni desde el reclamo ni desde el miedo, entonces, lo podéis tomar como una herramienta para entender, liberar o transitar por un nuevo sendero de solución; más no, como una parte de vuestra existencia que necesitáis para justificar estados vuestros que no queréis entender, asumir o transformar. Así es entonces, que, si cada día simplemente vivís lo correspondiente a ese día, y lo que viene del ayer lo liberáis, lo soltáis y lo transformáis, si es necesario, entonces, vais a estar inmensamente claro(a) y seguro de lo que pensáis, de lo que hacéis y de lo que actuáis.
Vive cada día sin pasado ni futuro.
Entender: ¿para qué traigo el ayer? ¿De qué me sirve hoy? Cuando llega el ayer
podéis decidir: no más miro el ayer, porque hoy no lo necesito.
Y así entonces, no aparece la intranquilidad de lo que podrá ser, de lo que pudiera venir, de cómo sería el nuevo camino el día de mañana, sino que simplemente seriáis muy gratificado(a) con lo que hoy tenéis: la certeza de ser en un hacer desde la claridad, que la creación es de desde Dios para bien propio y bien de los hermanos humanos y del planeta.
Vivid el hoy con la claridad de la forma en que pensáis, habláis y actuáis, para que mañana sea lo que hoy estáis creando con entendimiento, pero no lo hagáis pensando en el mañana, sino en lo que hacéis cada día de vuestros días, y así el resultado será bien, porque estáis atento de que, lo que pensáis, sea desde la Luz, desde la bondad, desde el bien, y sí así es cada día, en el presente, el resultado del mañana es en bondad.
Así es que, os invito entonces, a que viváis cada día con mucho discernimiento, con mucha verdad, sin añorar lo que fue, sin reclamar lo que fue, sin vivir desde el dolor del ayer, sin la preocupación del mañana, sino con la certeza de la creación desde el hoy; allí entonces, caminaréis por un sendero claro, viviendo cada día de vuestros días en la solución.
Vive cada día sin pasado ni futuro.
Practicadlo, para que os deis cuenta qué es vivir el hoy sin la angustia del pasado y sin el miedo al futuro.
Practicad la meditación de la verdad mañana y noche, que os ayuda a tener claridad para vivir el hoy, que es la creación del mañana. Haz click aquí para que la aprendas https://despiertatuluzysefeliz.com/meditacion-para-entrar-en-la-verdad/
2 Responses
Sabias enseñanzas!
Muchas gracias
Muy sabias enseñanzas
Muchas gracias por compartirlas