Desde el inicio del día purifica tu aire para que no enfermes.
Tenemos un llamado para que despertemos la claridad de nuestra existencia: cómo estamos caminando. Hoy tenemos un llamado para entender de qué manera estamos transitando por el sendero de la vida. Hoy tenemos un llamado para entender que no hay un solo camino para cuidar la vida; la medicina, los medicamentos, es una posibilidad, pero hay una fuerza mayor y es despertar la grandeza de su ser para que pueda transformar sus pensamientos, palabras y actos y por allí dar vida a las células, a todo su ser.
La claridad de los pensamientos, de las palabras, de los actos y el nutrirlos con la Luz de Dios, es una fuerza muy poderosa que permite limpiar las células, el cuerpo, el ser y el ambiente.
Y no estoy llamando desde
ninguna religión, desde ninguna creencia, dogma o filosofía. Todo ser, desde todo orden: religioso, político, social, de cualquier país, está padeciendo el mismo miedo de sufrir una enfermedad; y por allí perder la existencia, la vida.
Continúe leyendo que más adelante encuentra las palabras de Luz para purificar el aire y tener una mente
y un cuerpo sano.
Es el momento de evaluar entonces, si somos solidarios, entendedores, abrigadores, respetuosos, seres que caminamos en la verdad. Y si practicamos el alimento de la esencia Divina, que es por medio de palabras de Luz, que llaman Oración.
Hoy tenemos un regalo del Cielo, que es limpiar el aire con palabras de Luz para que no nos contamine
ningún estado dañino.
Aquí se las enseñamos para que las practique en la mañana, en la noche y la enseñen a todos los seres que a su lado caminen. Sea solidario, de bondad, entregue esta sabiduría para que todos despierten su unidad de Luz con el aire y entre en pureza en su ser; y nunca, ningún estado dañino del afuera lo enferme, lo contamine.
El aire es una fuente de vida para todos los seres humanos; que está expuesto a ser vulnerado, contaminado, por lo que el ser humano en su cotidianidad produce por su no conciencia, y por la contaminación a propósito de seres inescrupulosos y oscuros que quieren alterar las mentes y enfermar los cuerpos; así es, que puedes limpiar el aire desde que el día inicia con la Luz Divina, con la Luz de Dios. Y no hagas mofa de lo que estoy diciendo, no lo tomes de una manera divertida; acógelo con respeto y dándole la fuerza, certeza y verdad de lo que aquí el Padre Creador nos enseña.
La Luz Divina es tan poderosa, que cuando le damos la certeza desde el amor nuestro y lo acogemos con respeto y decisión, la Luz Divina es más poderosa que cualquier estado de medicación de alto poder; así es, que practiques o no practiques alguna religión, seas o no ateo, cualquier persona desde toda creencia, es importante que practique al inicio del día las siguientes palabras de Luz, que las llevareis en diálogos con el aire, con las células y con el cuerpo, para que se haga allí una unidad de protección; y nada de lo que venga de afuera sucio o contaminado por medio del aire, habite sus células, su cerebro, su ser.
Cada mañana cuando el día inicia sienta la fuerza del aire, su caricia, su alimento y con devoción, con certeza, firmeza, y sintiendo que se unifica con la Luz de protección en sus células, en su ser, haciendo una coraza de Luz, de alta protección, le dice al aire estas palabras de Luz:
Aire sagrado, aire de vida, te acojo en amor, en alegría, te llevo a mi ser en alta pureza; alimenta mis células con todo tu amor, alimenta mis neuronas con toda la sabiduría, para que mis pensamientos sean claros; equilibra la temperatura de mi cuerpo con tu oxigenación armónica, con tu frescura armónica; te recibo en mi ser con mucha alegría y te doy gracias porque me habitas,
me alimentas y me das vida.
Habítame solo en alta pureza, ninguna fuerza del afuera traes, ninguna contaminación entra en mí y antes de hacerlo, pasas por el filtro de la pureza de la Luz de Dios, y quita y borra de allí, todo lo que venga cargado, contaminado, acomodado de otras fuentes que quieran alterar mi ser. Amén.
En el día se alimenta de esta Luz sagrada, sintiendo que el aire entra alta pureza a su ser, y así la recibe y se nutre de esta Luz.
En la noche, igualmente, antes de dormir, simplemente le dice:
En mí, solamente entra la Luz de Dios, a través del aire que a mi llega mientras descanso, y estoy en conexión con la Divinidad, mientras mi sueño es. Amén.
Y si desea complementa con las palabras de Luz del Padrenuestro u oración de liberación.
Oración de liberación
Padre nuestro que estáis en el Cielo, vuestro nombre habita en nuestras mentes para que Luz en ellas sea. Habitadme desde la Luz, acompañadme desde la verdad y guiadme desde el amor. Dadme el Pan de la Luz para que mi materia sea Unidad. Bendecidme así como yo debo bendecir a mi hermano. Abrigadme para que retiréis de mi ser la oscuridad. Selladme mis pasos, mis pensamientos y mis actos con vuestra Luz Divina. Mi sendero es vuestro sendero. Amén, amén, amén. Así sea.
Si así lo hace cotidianamente con certeza, se protege, sellando cualquier estado apagado, de contaminación, que venga en el aire; porque cuando Luz eres, eres poder de protección y de liberación; y la Luz no es tocada por ninguna fuente apagada, como virus o bacterias, por lo tanto, el cuerpo que está protegido con la Luz no es tocado por la contaminación, no se enferma.
Practíquelo con certeza para que se dé cuenta de su fuerza de Luz con la unidad Divina.
Y les recuerdo: no tienen que vivir alguna religión u otra creencia, solamente la fe y la certeza de que eres Luz, hijo de la Creación Divina, que haces creación con la Fuente Divina Padre.
Practíquelo y enséñelo a muchos seres, para que tomen conciencia de su fuerza Divina en la unidad con la Divinidad; y entonces, habrá salud y claridad mental.
Esta oración de protección para limpiar el aire es tomada del Libro Sagrado El Amor que Vosotros necesitáis para llegar en la Plenitud de la Vida.
Si deseas conocer el poder de las palabras de Luz u oración da click
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