La oración vivida con fe es de alta protección
La Oración desde la Luz tiene un gran poder Divino y la podéis hacer desde la convicción o creencia que tengáis; no necesariamente necesitáis practicar una religión para orar o rezar, solo es que tengáis la certeza de que sois Luz, y desde allí aquellas palabras de Luz que pronunciáis se unirán con la Luz Divina, con el Padre Creador; y con estos destellos de Luces que se producen por medio de la oración se hace un camino que con y de solución.
Palabras de Luz y de bondad cuando se pronuncian, se les llama oración; estas palabras de Luz simplemente se transforman en muchos, altos, altísimos destellos de Luces; aquellas Luces son conectadas inmediatamente con los Seres Celestiales; y ellos inmediatamente ven, escuchan y viven aquella Luz que los cubre y llegan a daros atención; y si vosotros lleváis aquella Luz por medio de la oración a las mentes, a los seres queridos, a la tierra, al aire, al fuego y a las aguas,
la Fuente Celestial llega a auxiliaros, a ayudaros.
Orar es sentir al Padre Creador, vivir a Dios Padre, tener en el interior
la Luz Divina que conecta con la Luz de Dios.
Orar no es hablar a Dios Padre de manera robótica.
Orar es encender la Luz Divina, para que con ella encendida, seáis capaces de sentir la Luz Divina de los Altos Cielos, y allí habrá claridad y discernimiento.
Orar no es pedir y pedir.
Rezar se hace con palabras bellas, puras, sin lamentos, sin dolor; sin llamado al sufrimiento ni al suplicio, sino con palabras de alegría, de adoración a Dios Padre a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo; con palabras de verdad y de vida; por medio de aquellas palabras que son de alta belleza, de alto amor, de alta bondad, de pureza, hace un acercamiento a Dios para ser escuchado en la necesidad que tenga.
¿Cómo orar o rezar? Se debe orar o rezar sin llanto, sin angustia y sin dolor, porque cuando se hace desde el dolor, desde la angustia, desde la confusión, solamente desprenden fuentes apagadas y entonces, solamente acuden seres de fuerzas antagónicas, y allí no puede ser ayudado por las Fuentes Celestiales.
Cuando se ora o se reza, se debe hacer desde un pensamiento tranquilo, con palabras armónicas y pausadas, sin emociones alteradas, porque cuando se está orando o rezando se tiene la certeza de que las Fuentes de los Altos Cielos: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo; y en algunas ocasiones los que seguidores son de la Sagrada Madre María de los Altos Cielos y Madre vuestra, están siendo escuchados desde allí.
Orad y rezad siempre sin llanto, sin angustia, sin dolor, con serenidad; y con la certeza de que se es escuchado por los Seres de los Altos Cielos, por Dios Padre; así será que todos los destellos de Luces que brotan de la oración o de las palabras por medio del rezar, serán inmensamente escuchadas, acogidas, y desde allí entonces, altos guardianes de los Altos Cielos acudirán
en ayuda de lo que allí requieran.
Se debe orar, rezar en serenidad, en alegría, en alabanza, en devoción, en bondad,
para retirar fuentes que no son de la Luz.
Orar: es tener un diálogo directo con las Fuentes Celestiales, pero deben ser palabras de grandeza, de bondad, de amor, de alabanza y de comunicación con ellos.
Rezar: son palabras que se han establecido de una manera poética, armoniosa y de alta belleza, para dirigirse a Dios Padre, a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo. Rezar es importante y los rezos son escuchados desde Dios cuando se hacen con palabras limpias, sin suplicios y sin dolor.
Cuando se ora o se reza con mucha fe, con amor, con devoción y en alta claridad de que son escuchados, siempre se establecen altas, muchas, muchas, altas centellas de Luces que cubre.
La oración y el rezar son Fuentes de altas protección, son capas y capas y capas de destellos de Luces que los cubren, los sellan y los protegen contra toda fuerza y acechanza del mal; por eso es inmensamente importante orar o rezar desde la bondad, desde el amor y desde la claridad.
Orad o rezad en la mañana, orad o rezad en la tarde y en la noche y a cada momento, para que siempre los destellos de Luces los estén cubriendo, protegiendo; y dando claridad, discernimiento y sabiduría al pensamiento, a las palabras y a los actos.
Cuando en oración o en estados de rezos limpios y puros, con palabras bellas y hermosas se conectan, se comunican con los Seres Celestiales, con Dios Padre y siempre estarán
acompañados y custodiados por las Fuentes Divinas.
Para que alimente su Luz Divina y fortalezca su ser, periódicamente estaré dando a conocer oraciones importantes dictadas por Dios Padre, para que las proveche según su necesidad; entra por Reflexiones para que las obtengas.
Oración de Protección
Señor Dios Padre Todopoderoso y Eterno, te pido que selles mi mente, mi cuerpo y mi espíritu, de toda fuerza y acechanza del mal que ante mí se presente interna o externamente. Toma también control de mis pensamientos, de mis sentimientos y de mis acciones, para que me permitas comunicarme desde mi Luz con la Luz de todo lo que me rodea. Amén y así sea.
Ora un Padrenuestro u Oración de liberación.
Estas enseñanzas son dadas por Dios Padre.